martes, 10 de julio de 2018

Francesco Nappo

Única imagen encontrada de F. Nappo (si es que se trata de Nappo)
En el lago de Teberíades 

Antes de lo que te esperas
la ebria risa de Cristo
te contenta, con el agua
del lago donde se hunde
su paso y canta la tormenta .
Y llamo bien al mal
del que no dispongo.
Y llamo amor la rama
que no pretende el sol
y el cielo fragmenta.
…………………………………….

La patria será
cuando todos seamos extranjeros.
……………………………………

El canódromo de la via Domitana

Al sonido de la ciega campana
irrumpe el tufo de los cubiles,
tiende las largas correas, arrastra
erguidos perros a los lugares de reclusión.
La sola vista de la irrisoria liebre
enfurece a los lebreles, inclinada
hacia nosotros da por un momento
suerte a todos. Luego la pista: del viento
consortes corren eternamente
en encorvado relámpago sólo los perros.
Ghibli no ganó, el elegido.
Celebro su nombre.
………………………………….

Imperfectio santísima,
defectuoso fulgor,
sueño de los pobres,
sueño de los señores.
Obedecer solamente
a la vida que vive. 
................................................

Homilía

Porque nada sería sin ustedes,
me atrevo a decirles, compañeros de mi vida:
sólo crean en las cosas
que no exigen el bien: la fe es
esa espera satisfecha del niño
que pide al padre amado los buenos
regalos que no puede comprarle.
Así se detiene el mar de los milenios
en la pequeña bahía de su mente,
así se disuelve el ímpetu de las olas
en el fondo migratorio donde las inmóviles
formaciones de los peces vagando van
de bendita hambre.
de Poesie 1979-2007Quodlibet, 2007.
(Versiones de G.M.)



Originales Italianos:


Sul lago di Tiberiade

Avanti che tu speri
l’ebbro riso di Cristo
ti contenti, l’acqua
del lago dove affonda
il passo e la tempesta canta.
E chiamo bene il male
del quale non dispongo.
E chiamo amore il ramo
che non pretende il sole
e il cielo frange.
..............................................
La patria sarà quando
tutti saremo stranieri.
...............................................
Il cinodromo della via Domitiana
Al suono d’una cieca martinella
irrompe l’afrore dei covili,
tende i lunghi guinzagli, trascina
erti canieri alle recluse poste.
La derisoria lepre infuria
i levrieri alla vista, inclini
noi rende ad ogni sorte per un
momento. Quindi la pista: al vento
consorti corrono eternamente
solo i cani in un curvo baleno.
Ghibli non vinse, il prescelto.
Celebro il suo nome.
....................................
Imperfectio santissima,
difettivo fulgore,
sonno dei poveri,
sogno dei signori.
Obbedire soltanto
alla vita che vive.
....................................

Omelia
Poiché nulla sarei senza di voi,
oso dirvi, compagni di mia vita:
alle cose crediate solamente
che il bene non esigono: la fede è
quell’attesa esaudita del bambino
che chiede al padre amato i bei
regali che non può comprargli.
Così s’arresta il mare dei millenni
nella piccola baia della sua mente,
così si scioglie l’impeto dei flutti
nel fondale migrante ove le immote
schiere dei pesci vagando vanno
di beata fame.

de Poesie 1979-2007Quodlibet, 2007.


Añadimos a continuación un texto de Giorgio Agamben, quien se ha ocupado crítica y editorialmente de difundir la obra de Nappo.
"En lo que respecta a Nappo, hay que invertir la imagen heideggeriana según la cual el hombre está “en camino hacia el lenguaje” para preguntarse, en todo caso: ¿hacia quién y hacia qué está en camino la lengua? A condición de precisar en seguida que el viaje que la lengua realiza es, aquí, de ultratumba, porque la lengua de Nappo es, según el oscuro dogma pascoliano, una lengua muerta. Desde que Pascoli lanzó, casi al pasar, este certificado de defunción, la gran cosecha de la poesía italiana del siglo XX, de Montale a Penna y a Caproni, ha hecho olvidar a los críticos su pertinencia. pero los pocos poetas brillantes de la generación de Nappo (como demuestra , por ejemplo, la lengua “desnuda” y “seca” de Eugenio de Signoribus) saben que esa cosecha no garantiza nada para su lengua. En las láminas de oro encontradas en los týmpanoi (atabales) órficos, el muerto implora obstinadamente “Dipsai d’eim’ayos (tengo sed, estoy seco), quemado por la sed, dadme de beber el agua gélida que proviene del lago de Mnemosyne”. Los poemas de Nappo son láminas órficas dispuestas sobre la lengua muerta de la poesía, que la acompañan en su viaje más allá de lo humano (pero no hacia Dios, del que sin embargo proviene). Lengua interrumpida y espectral, sedienta de memoria, que parece sin embargo olvidar continuamente lo que evoca (como “el recuerdo que nada recuerda” de Campana). Por eso los admirables injertos dialectales no son la emergencia de algo vivo en un contexto sepulcral sino la de la lengua muerta de un idioma aún más espectral, relicario infinita y memorablemente remoto."


Giorgio Agamben, Categorie italiane : Studi di poética e di letteratura. – Marsilio, 1996. La trad. de este fragmento corresponde a Edgardo Dobry para El final del poema : estudios de poética y literatura. p.215, 216– Adriana Hidalgo, 2016.

A modo de biografía por el momento sólo podemos decir que Francesco Nappo nació en Napoli en 1949. Enseña italiano e historia en escuelas superiores.



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