domingo, 29 de diciembre de 2019

Juan Rodolfo Wilcock



DOS

Conmigo mi mundo desaparecerá, la red
que me he tejido como una araña
que está quieta en un ángulo de la tela
y a veces come y a veces la remienda;
pero su tela está siempre rasgada
y la araña no tiene ganas de arreglarla.
Proseguirán entretanto los otros mundos
cada uno con su insecto en el medio vigilante,
tramas brillantes o marañas grises,
pequeñas esferas como jaulas delicadas
que no tienen paz y en medio la araña
hasta que desaparece y nadie se da cuenta.
Pero vos, ya que has querido hacer también tuyo
este mundo que fue quizá el más hermoso,
erizado de alfileres de oro y fibras finas,
sujétate a mí, envuélvete en la misma
red compleja que no se repite,
hilo a hilo poséela y sostenla
como he hecho hasta ahora estando solo.

De Poesie, Adelphi, 1996.
Versión G.M.



Original italiano:

DUE 

Con me il mio mondo sparirà, la rete
che mi sono tessuto come un ragno che sta fermo in un              angolo della tela
e a volte mangia e a volte la rammenda; 

ma la sua tela è sempre più squarciata
e il ragno non ha voglia di aggiustarla.
Proseguiranno intanto gli altri mondi
ognuno col suo insetti in mezzo vigile,
trame lucide oppure matasse grige,
sferule come gabbie delicate
che non si danno pace e in mezzo il ragno
finché sparisce e nessuno se ne accorge.
Ma tu, già che hai voluto fare anche tuo
questo mondo che fu forse il più bello,
irto di spilli d'oro e fibre fine,
stringiti a me, avvolgiti nella stessa
rete complessa che non si ripete,
filo a filo possiedila e sorreggila
come ho fatto finora ch'ero solo.


Da Poesie, Adelphi, 1996. 


Biografía:
Juan Rodolfo Wilcock (Buenos Aires, 17 de abril de 1919 – Lubriano, Italia, 16 de marzo de 1978) fue un poeta, crítico, traductor y escritor argentino. Escribió en español y en italiano.

Por Juan Pablo Cinelli
Tiempo Argentino del 22 de Julio de 2017

Si en la literatura argentina hay un escritor que ha conseguido alcanzar la estatura de mito, ese es J. Rodolfo Wilcock. No sólo por lo que su obra representa dentro de un canon al que de a poco se le ha ido permitiendo la entrada, sino por los excéntricos detalles de su vida, convertida en misterio a fuerza de un olvido hecho de tiempo y distancia. Quien acepte el desafío de recorrer ese olvido en sentido inverso obtendrá el privilegio de conocer una de las obras más extrañas y delicadas (y graciosas y lúcidas y más) que jamás haya sido escrita por un autor argentino. Una hazaña que vuelve a ser posible gracias al trabajo de rescate de su obra que viene llevando adelante la editorial La Bestia Equilátera, dirigida por el escritor y editor Luis Chitarroni, que acaba de reeditar uno de los libros emblemáticos de la bibliografía wilcockiana, El estereoscopio de los solitarios.
 Nacido en 1919, hijo de un inglés y una italiana, benjamín de la cofradía que integraban Borges y Bioy Casares, y gran amigo de Silvina Ocampo, Wilcock vivió en Buenos Aires hasta mediados de la década de 1950. Durante esos años trabajó casi exclusivamente sobre el género poético, publicando seis libros que le valieron ser considerado no sólo un poeta destacado, sino uno de los nombres más respetados de su generación. Admirado por sus pares y mayores, sin embargo Wilcock no dudó en clausurar todo lo hecho en busca de reconstruirse por completo. De carácter indescifrable y una marcada inclinación por la misantropía, decidió dejar atrás no sólo su ciudad natal, sino también al género poético y, más aún, hasta su idioma.
 Ya radicado en Italia, a partir de la década de 1960 Wilcock comenzó a producir y publicar novelas y cuentos escritos en la lengua de Dante, de los que no se tuvieron noticias en la Argentina hasta varias décadas más tarde. Mientras Borges alcanzaba la consagración mundial, con Bioy manteniéndose cerca de su cono de luz y Ernesto Sabato creciendo a su sombra, mientras Cortázar se convertía en boom y una nueva generación empezaba a buscar su propio espacio a los golpes, Wilcock desapareció y nadie supo más de él. Como si hubiera muerto, su nombre se fue borrando de la memoria de los hombres y de la literatura argentina, al mismo tiempo que su figura crecía en los círculos intelectuales de su nueva patria.
 Wilcock publicó una decena de libros en su etapa italiana. Novelas como Dos indios alegres, El ingeniero o El templo etrusco; compilaciones de ensayos breves como Hechos inquietantes; excéntricos libros de relatos como La sinagoga de los iconoclastas, El libro de los monstruos o el ahora republicado El estereoscopio de los solitarios. En todos ellos se destaca su manejo salvaje de lo fantástico, llevado a los límites del absurdo a través del uso magistral de los recursos poéticos y humorísticos. Todos esos elementos aparecen con claridad notoria en El estereoscopio…, en donde Wilcock amontona 70 personajes cuyas historias son contadas de un modo tan breve como sorprendente.
 Ahí está Baruch, el relojero amigo de las valquirias, a quienes alimenta con migas de pan duro como un viejo lo haría con las palomas en una plaza. O Aulogelio, que nació con aletas en vez de brazos y una uña en lugar de pies, que es verde y creció entre los yuyos del fondo de la casa donde sus padres le permiten arrastrase desnudo y andar con una erección permanente, mientras se conforman pensando que así es feliz, porque ama la naturaleza. O los Carunzi, personajes de alas apenas perceptibles, a quienes los hombres tratan con indiferencia porque son inútiles en el presente, encargándose sólo de algunas cuestiones del pasado, vaciando al azar la memoria, los recuerdos, los archivos.
 El estereoscopio de los solitarios y casi todos los libros de Wilcock fueron editados en español recién a finales de los ’90, pero lejos de resultar una revelación para los lectores, su nombre continuó siendo un misterio irresuelto. Pero esta reedición –que le sigue a la ya realizada de El caos, su único libro de cuentos escrito originalmente en español, y que cuenta con una nueva traducción a cargo de Ernesto Montequín— parece haber comenzado a granjearle un nuevo prestigio, aunque más no sea como autor de culto.
 Y no se trata de un hecho casual. Hay algo en su literatura que hasta ahora ha resultado infranqueable para los lectores argentinos, como si la necesidad de traducirla del italiano al español hubiera sido además el avatar físico de una ilegibilidad que en realidad siempre fue de otro orden. Quizá era necesario que pasaran estos casi 40 años que separan a la muerte de Wilcock del presente para que en la Argentina se pudiera comprender la naturaleza de su obra. O tal vez simplemente era necesario que una editorial como La Bestia Equilátera le ofreciera estos libros a los lectores indicados. Por fin. «


Bibliografía:
En italiano
Il caos, Bompiani, 1960
Fatti inquietanti, Bompiani, 1961; poi Adelphi, 1992
Luoghi comuni, Il Saggiatore, 1961
Teatro in prosa e versi, Bompiani, 1962
Poesie spagnole, Guanda, 1963
La parola morte, Einaudi, 1968
Lo stereoscopio dei solitari, Adelphi, 1972, 1990
La sinagoga degli iconoclasti, Adelphi, 1972, 1990
Il tempio etrusco, Rizzoli, 1973
I due allegri indiani, Adelphi, 1973, 2011
Parsifal, Adelphi, 1974
Italienisches Liederbuch 34 poesie d'amore, Rizzoli, 1974
L'ingegnere, Rizzoli, 1975; poi L'Editore, 1990
Frau Teleprocu (In collaborazione con Francesco Fantasia), Adelphi, 1976
Il libro dei mostri, Adelphi, 1978, 2019
Poesie, Adelphi, 1980, 1993, 1996
L'abominevole donna delle nevi e altre commedie, Adelphi, 1982
Le nozze di Hitler e Maria Antonietta nell'inferno (in collaborazione con Francesco Fantasia), Lucarini, 1985
Il reato di scrivere, Adelphi, 2010

En español:
Libro de poemas y canciones, Editorial Sudamericana, 1940.
Ensayos de poesía lírica, Edición del autor, 1945.
Persecución de las musas menores, Edición del autor, 1945.
Paseo sentimental, Editorial Sudamericana, 1946.
Los hermosos días, Emecé, 1946, 1998.
Sexto, Emecé, 1953, 1999.
Los traidores (en colaboración con Silvina Ocampo). Losada, 1956; Ada Korn, 1988.
El caos, Editorial Sudamericana, 1974, 2000.
Poemas, Fundarte, Caracas, 1980.
La sinagoga de los iconoclastas, Anagrama, Barcelona, 1981.
El ingeniero, Losada, Buenos Aires, 1996.
El estereoscopio de los solitarios, Sudamericana, Buenos Aires, 1998.
Hechos inquietantes, Sudamericana, Buenos Aires, 1998.
El libro de los monstruos, Sudamericana, Buenos Aires, 1999.
Los dos indios alegres, Sudamericana, Buenos Aires, 2001.
El templo etrusco, Sudamericana, Buenos Aires, 2004.
El libro de los monstruos, La Bestia Equilátera, 2019.



domingo, 15 de diciembre de 2019

Federigo Tozzi


Quisiera leer como un chico, quisiera entender como un chico. Allá, en el bosque fresco de verde y sombra, he dejado el juguete de mi pasado, porque se le rompieron los hilos. Pero me pongo a mirar fijo el tuquino para que me den otro; quizá fabricado como una nube. También la lluvia es el juguete con que retozan las fuentes del jardín; también mi sonrisa es un juguete, como mi corazón que late.
Y mi sombra es el juguete del sol; mi voz el de mi alma.
Cuando estamos muertos no se habla, entonces lo que dijimos lo repiten los otros.
También el ataúd es el juguete que se pone bajo tierra.
Y si fuera un chico quisiera pedir a Dios que esta fresca hierba la dejaran en paz; y escribiría yo mismo mi libro de lectura.
Volvería buenas hasta a las víboras.

De Bestie, Fratelli Treves, 1917; Garzanti, 2019.
Versión G.M.


Original italiano:

Vorrei leggere come un ragazzo, vorrei capire come un ragazzo. Là giù, nel bosco fresco di verde e di ombre, ho lasciato il giocattolo del mio passato, perché si sono roti i fili. Ma io mi metto a guardare fisso il turchino perché me ne venga un altro; magari fatto come una nuvola. Anche la pioggia è il giocattolo con il quale ruzzano le fontane del giardino; anche il mio sorriso è un giocattolo, come il mio cuore che batte. 
E la mia ombra è il giocattolo del sole; la mia voce è quello della mia anima.
Quando siamo morti non si parla, e allora quel che s’è detto lo ripetono gli altri.
Anche la bara è il giocattolo, che si mette sotto terra.
E, s’io fossi un ragazzo, vorrei chiedere a Dio che questa fresca erba la lasciassero in pace; e mi scriverei da me il libro di lettura.
Farei doventar buone anche le vipere.
Da Bestie, Fratelli Treves, 1917; Garzanti, 2019.


Biografía:
Federigo Tozzi (Siena, 1 de enero de 1883- Roma, 21 de marzo de 1920).
Durante mucho tiempo no reconocido, fue revalorizado sólo muchos años después de su muerte y ahora es considerado uno de los más importantes escritores italianos del siglo XX.
nace en Siena el 1 de enero de 1883, siendo hijo de Federico (conocido como Ghigo del peñasco) y Annunziata, mujer muy tranquila pero de endeble salud. El padre de Federigo era de orígenes campesinos, poseía una trattoria o cantina en la plaza de la Abadía de Siena y dos solares en los alrededores de la misma ciudad; era un hombre muy hábil en los negocios pero bastante rudo: Sus momentos de cólera y su desprecio hacia la cultura provocaron muchos traumas en el muchacho, dotado de una sensibilidad fuera de lo común.

Los contactos del jovencito Tozzi con la escuela se revelaron rápidamente difíciles. Federigo Tozzi frecuentó la escuela elemental en un seminario y seguidamente en el colegio arzobispal de Provenzano del cual fue expulsado en 1895, año en que falleció su madre; se inscribió entonces en la escuela de Bellas Artes donde transcurrió tres años bastante borrascosos. En 1898 se inscribe en la Escuela Técnica, tentando en el siguiente año una primera fuga de su casa.
Empero, estudiando de un modo discontinuo y muy desordenado, desarrolló un gran amor por la literatura, comenzando a frecuentar la Biblioteca Comunal de Siena donde formó su cultura abierta a los más diversos influjos, sobre todo a aquellos de la moderna psicología (William James). Luego de unas últimas desilusiones, en 1902 abandonó para siempre los estudios regulares.

En el mismo año de 1902 comienza el intercambio epistolar con una joven llamada "Annalena", senhal o alias que la novela Novale ha luego demostrado escondía la identidad de la futura mujer de Tozzi: Emma Palagi. Siempre en estos años mantiene también una relación con otra mujer: Isola, la "Ghisola" de Con gli occhi chiusi.
La primera obra con algún éxito realizada por Tozzi fue en versos y la tituló La città della Vergine, seguidamente deviene curador y compilador de algunas antologías de antiguos escritores sieneses.
Queriendo alejarse de Siena, en 1907 comenzó a trabajar en el ferrocarril que une Florencia con Pontedera, tras esta experiencia nace el diario llamado Ricordi di un impiegato.
Volvió a Siena a causa de la muerte de su padre en 1908 y, desde entonces, inició la redacción de sus novelas más famosas. 
En el mismo año 1908 contrae matrimonio con Emma Palagi y junto a ella comienza su real actividad literaria; inicialmente lo hace mediante el reordenamiento de la correspondencia amorosa con Emma, publicada luego con el título de Novale. De 1911 es La zampogna verde. En 1913 fundó junto a su amigo Giuliotti la revista quincenal llamada La Torre.

En aquel mismo período Tozzi se transfirió a Roma con la esposa y con el hijo de ambos -Glauco-, comenzando a colaborar en diversos jornales y en varias revistas literarias, mientras Italia entraba en la Primera Guerra Mundial. En 1915 publica Bestie, colección de prosas breves para el periódico Editore Treves. En el mismo año, y a causa de la guerra, Tozzi decide colaborar en la Cruz Roja.

También en aquel período Tozzi logra finalmente afirmarse como escritor y entrar en contacto con los mayores literatos e intelectuales italianos de entonces (desde Panzini a Pirandello y Borgese); no obstante su vida no era para nada fácil. Pirandello y Borgese fueron quienes más creyeron en él. En 1919 Tozzi había por fin publicado Con gli occhi chiusi que al siguiente año fue puesto en escena como ópera con el nombre de Tre croci; asimismo es en 1920 que publica Gli egoisti novela autobiográfica referida al ambiente literario romano.
Con gli occhi chiusi es considerada como una de las novelas más expresivas de la postguerra inmediata a la Primera Guerra Mundial. Tozzi accede a la notoriedad cuando Pirandello juzgó un capolavoro (obra maestra) su ópera Tre croci. Era esto a inicios de 1920, poco después Tozzi murió de pulmonía.

Federigo Tozzi dejó la mayoría de sus obras inéditas o en todo caso dispersas entre periódicos y revistas; correspondió a su hijo Glauco el reordenamiento de tal material que así fue en parte publicado póstumamente: Il podere (editado en 1921), Gli egoisti (editado en 1923) y Ricordi di un impiegato (en 1927).
El escritor sienés Federigo Tozzi recién comienza a ser conocido por el gran público a partir de los 1960.


Bibliografía:

Poesía:
La zampogna verde, Ancona, Puccini e figli, 1911.
La città della Vergine. Poema, Genova, Formiggini, 1913.

Antología:
Antologia d'antichi scrittori senesi. (Dalle origini fino a santa Caterina), Siena, Giuntini e Bentivoglio, 1913.

Novelas y colecciones de relatos o fragmentos:
Mascherate e strambotti della congrega dei rozzi di Siena, a cura e con prefazione di, Siena, Giuntini e Bentivoglio, 1915.
L'amore. Novelle, Milano, Vitagliano, 1919.
Giovani. Novelle, Milano, Treves, 1920.
Bestie, Milano, Treves, 1917. (raccolta di prose)
Gli egoisti. Romanzo;Roma-Milano, A. Mondadori, 1924.
Ricordi di un impiegato. Opera postuma, Roma, La rivista letteraria, 1920; Milano, A. Mondadori, 1927.
Trilogia di romanzi sull’inettitudine
  Con gli occhi chiusi. Romanzo, Milano, Treves, 1919.
  Tre croci. Romanzo, Milano, Treves, 1920.
   Il podere. Romanzo, Milano, Treves, 1921. (postumo)

Teatro:
La famiglia
La verità
Gente da poco
L’eredità
L'incalco. Dramma in tre atti, Roma-Milano, A. Mondadori, 1924.

Correspondencia:
Novale. Diario, Milano, A. Mondadori, 1925.

Ensayo:
Realtà di ieri e di oggi, Milano, Alpes, 1928.

Ediciones póstumas:
Opere complete di Federigo Tozzi
I, Tre croci; Giovani, Firenze, Vallecchi, 1943.
II, Il podere; L'amore, Firenze, Vallecchi, 1943.
III, Con gli occhi chiusi; Bestie; Gli egoisti, Firenze, Vallecchi, 1950.
Nuovi racconti, Firenze, Vallecchi, 1960.
Opere, Firenze, Vallecchi, 1961-1988.
I, I romanzi, Firenze, Vallecchi, 1961.
II, Le novelle, 2 tomi, Firenze, Vallecchi, 1963.
III, Il teatro, Firenze, Vallecchi, 1970.
IV, Cose e persone. Inediti e altre prose, Firenze, Vallecchi, 1981.
V, Le poesie, Firenze, Vallecchi, 1981.
VI, Novale, Firenze, Vallecchi, 1984.
VII, Carteggio con Domenico Giuliotti, Firenze, Vallecchi, 1988.
Adele. Frammenti di un romanzo, curato dal figlio dell’autore, Glauco Tozzi, Firenze, Vallecchi, 1979.
Opere. Romanzi, prose, novelle, saggi, Milano, A. Mondadori, 1987. ISBN 88-04-22666-8.
Barche capovolte, Firenze, Vallecchi, 1993.
Fonti, prefazione di Antonio Prete, Roma, Edizioni degli animali, 2017






jueves, 5 de diciembre de 2019

Guido Ceronetti


Pensamientos del Té (Introducción)


Dos veces al día, cerca de las seis de la mañana y las cinco de la tarde, una taza repetida de Té verde de la China llega con su infalible virtud unitiva, confirmativa, resucitativa, a desencallarme y preservarme de todo tipo de inercia, de entontecimiento, de abatimiento. 
Mensajes clandestinos, que encuentran oído, envueltos en papel de arroz, de la Luz. 
No soy un Oriental. Mis gestos rituales no vienen de los Maestros; se parecen más a un hábito carcelario, conservado con los años. 
De pie, siempre, al lado de una ventana con la cortina corrida… Pero del Oriente oriental me queda la confianza en que en el salir, en la medida justa, de uno mismo, y habitualmente, no hay nada de peligroso, y que ver, sentir y encontrar espíritus no es inquietante. 
El Espíritu del Té comienza apenas descendido a operar. Leer presiones internas, acupunturas invisibles, arrebatos tempestivos del sensorio, sampán (1) de lamparitas, coloraturas repentinas de silencios, un sucederse puntual de excitaciones que van desde el ojo interno (que quizá es una oreja o una mano) lo largo de las reblandecidas vértebras, hasta el coxis resurrecturo. Entonces en la oscuridad muchas ventanitas reviven, y las palabras se afanan menos en reencontrar su principio en espacios lejanos. Paz del masaje, raíz del sonido, bondad del restregamiento oculto. Mirar desde una pausa de la conexión aquello que está inconexo y desgarrado, es un momento sin muerte. Hacer retroceder aunque sea un poco la margen de lo finito, por muchas horas aclara. 
En el combate por contrastar mentalmente lo que en el tiempo se verifica como agresión material incontrastable de la tiniebla, con láminas liberadoras que el Té ayuda a reencontrar y a descifrar, consigo no aborrecer en exceso las tinieblas, para no destruir las pocas posibilidades de penetrar el secreto. 
Sin desesperada curiosidad en continuo movimiento, la desesperación no tendría límites. 
El soplo del Té se infunde en los ángulos muertos, no se asusta de interrogar estatuas embragadas. Entre las grietas de la aridez introduce alguna gota suya, a lo descolorido vuelve a dar figura. Rascando los agujeros abandonados hace salir algún sonido de rebab (2) encantado. Pensamientos no míos se vuelven míos con suma facilidad; los míos quien quiera puede hacerlos propios, cualquiera sea su exitante, sin necesidad de nombre: el pensamiento no dice ni Tuyo ni Mío. 

     El hombre bebe el Té porque lo angustia el hombre. 
     El Té bebe al hombre, la hierba más amarga. 

De Pensieri del Tè, Adelphi, 1987. 
Versión G.M.

(1) Un sampán es un barco de madera chino de fondo relativamente plano. Algunos sampanes incluyen un pequeño refugio a bordo y pueden usarse como habitación permanente en aguas continentales. Los sampanes generalmente se usan para el transporte en áreas costeras o ríos y a menudo se usan como barcos de pesca tradicionales. 
(2) El rebab (del árabe الرباب, es un instrumento de cuerda que consta de una caja de resonancia pequeña, usualmente redonda, cuyo frente es cubierto con una membrana de pergamino o piel de oveja, y de un mástil largo acoplado. Posee una, dos o tres cuerdas.



Original Italiano:


Pensieri del Tè (Introduzione)
Due volte al giorno, verso le sei del mattino e le cinque della sera, tazza ripetuta di Tè verde della Cina arriva con la sua infallibile virtù unitiva, confirmativa, risuscitativa, a disincagliarmi e a preservarmi da ogni specie d’inerzia, d’inebeti-mento, di abbattimento. 
Messaggi clandestini, che trovano orecchio, avvolti in carta di riso, della Luce. 
Non sono un Orientale. I miei gesti rituali non vengono dai Maestri; somigliano piuttosto ad un’abitudine carceraria, continuata negli anni. In piedi, sempre, vicino ad una finestra con la tendina scostata… Ma di Oriente orientante mi resta la fiducia che nell’uscire in giusta misura da se stessi, e abitualmente, non c’è nulla di pericoloso, e che vedere, sentire e incontrare spiriti non è inquietante. 
Lo Spirito del Tè comincia appena disceso ad operare. Leggere pressioni interne, agopunture invisibili, scatti tempestivi del sensorio, sampàn di lumettini, coloriture improvvise di silenzi, un susseguirsi puntuale di eccitamenti che vanno dall’occhio interno (che forse è un orecchio o una mano) lungo le disirrigidite vertebre, al coccige resurrecturo. Allora nel buio molte finestrine tornano vive, e le parole faticano meno a ritrovare il loro principio negli spazi lontani. Pace del massaggio, radice del suono, bontà dello strofinamento occulto. Guardare da una pausa di connessione quel che è sconnesso e lacerato, è un momento senza morte. Fare arretrare di appena un poco il margine del finito, per molte ore rischiara. 
Nel combattimento per contrastare mentalmente quel che nel tempo è verificabile come aggressione materialmente incontrastata della tenebra, da làmine liberatrici che il Tè aiuta a ritrovare e a decifrare, imparo a non aborrire in eccesso le tenebre, per non distruggere le poche possibilità di penetrarne il segreto. 
Senza curiosità disperate in continuo movimento, la disperazione non avrebbe limiti. 
Il soffio del Tè s’infonde negli angoli morti, non si sgomenta d’interrogare statue imbracate. Tra le crepe dell’arido introduce qualche sua goccia, allo scolorito ridà figura. Grattando le buche abbandonate ne fa uscire qualche suono di ribàb incantato. I pensieri non miei diventano miei con molta facilità; quelli miei chiunque se vuole può farli proprii, qualunque sia il suo eccitante, senza bisogno di nome: il pensiero non pronuncia né Tuo né Mio. 

     L’uomo beve il Tè perché lo angoscia l’uomo. 
     Il Tè beve l’uomo, l’erba più amara.

Da Pensieri del Tè, Adelphi, 1987.


Biografía:

Guido Ceronetti (Turín, 24 de agosto de 1927 -Cetona, Toscana; 13 de septiembre de 2018) fue un escritor, periodista, poeta, titiritero y traductor italiano.
En 1970 creó, junto a su mujer, Erica Tedeschi, la performance de marionetas Teatro dei sensibili.
Su colaboración con el periódico La Stampa, iniciada en 1972, continuó hasta sus últimos días. Destacó como cronista desencantado de la sociedad moderna. Ha utilizado su amplia erudición y teatralidad para transmitir la magia de la poesía y la literatura. Su prosa, constituida por textos breves y aforísticos, ha sido comparada con la del escritor rumano Emile Cioran.
Como traductor, Ceronetti fue el responsable de llevar al italiano tanto clásicos latinos y textos bíblicos como a poetas modernos.
En 1994 se incorporó a los Archivos de la Biblioteca Cantonal de Lugano, el fondo Guido Ceronetti, que el escritor denominó jocoso "el fondo sin fondo", en el que recogen obras publicadas e inéditas, manuscritos, cuadernos de poesía y traducciones, cartas, guiones para cine y radio, dibujos y obra gráfica, mosaicos y postales. Con ellas se preparó en 2000 la exposición Dalla buca del tempo: la cartolina racconta.
Bibliografía:

Ensayo y Narrativa
Difesa della luna e altri argomenti di miseria terrestre, Rusconi, Milano, 1971
Aquilegia, illustrazioni di Erica Tedeschi, Rusconi, Milano, 1973; con il titolo Aquilegia. Favola sommersa, Einaudi, Torino, 1988
La carta è stanca, Adelphi, Milano, 1976; II ed., Adelphi, 2000,
La musa ulcerosa: scritti vari e inediti, Rusconi, Milano, 1978
Il silenzio del corpo. Materiali per studio di medicina, Adelphi, Milano, 1979
La vita apparente, Adelphi, Milano, 1982
Un viaggio in Italia, 1981-1983, Einaudi, Torino, 1983; nuova ed. con supplementi, Einaudi, 2004; con appendice di testi inediti e una nuova Prefazione dell'Autore, Einaudi, 2014,
Albergo Italia, Einaudi, Torino, 1985,
Briciole di colonna. 1975-1987, La Stampa, Torino, 1987,
Pensieri del tè, Adelphi, Milano, 1987,
L'occhiale malinconico, Adelphi, Milano, 1988,
La pazienza dell'arrostito. Giornali e ricordi 1983-1987, Adelphi, Milano, 1990,
D.D. Deliri Disarmati, Einaudi, Torino, 1993,
Tra pensieri, Adelphi, Milano, 1994,
Cara incertezza, Adelphi, Milano, 1997,
Lo scrittore inesistente, La Stampa, Torino, 1999,
Briciole di colonna. Inutilità di scrivere, La Stampa, Torino, 1999,
La fragilità del pensare. Antologia filosofica personale a cura di Emanuela Muratori, BUR, Milano, 2000,
La vera storia di Rosa Vercesi e della sua amica Vittoria, Einaudi, Torino, 2000,
N.U.E.D.D. Nuovi Ultimi Esasperati Deliri Disarmati, Einaudi, Torino, 2001,
Piccolo inferno torinese, Einaudi, Torino, 2003,
Oltre Chiasso. Collaborazioni ai giornali della Svizzera italiana 1988-2001, Libreria dell'Orso, Pistoia, 2004,
La lanterna del filosofo, Adelphi, Milano, 2005,
Centoventuno pensieri del Filosofo Ignoto, La Finestra editrice, Lavis, 2006,
Insetti senza frontiere, Adelphi, Milano, 2009,
In un amore felice. Romanzo in lingua italiana, Adelphi, Milano, 2011,
Ti saluto mio secolo crudele. Mistero e sopravvivenza del XX secolo, illustrazioni a cura di Guido Ceronetti e Laura Fatini, Einaudi, Torino, 2011,
L'occhio del barbagianni, Adelphi, Milano, 2014,
Tragico tascabile, Adelphi, Milano, 2015,
Per le strade della Vergine, Adelphi, Milano, 2016,
Per non dimenticare la memoria, Adelphi, Milano, 2016,
Regie immaginarie, Einaudi, Torino, 2018.

Poesía:
Nuovi salmi. Psalterium primum, Pacini Mariotti, Pisa, 1955, 1957
La ballata dell'infermiere, Alberto Tallone Editore, Alpignano, 1965
Poesie, frammenti, poesie separate, Einaudi, Torino, 1968 Premio Viareggio 1969 Opera Prima
Poesie: 1968-1977, Corbo e Fiore, Venezia, 1978
Poesie per vivere e per non vivere, Einaudi, Torino, 1979
Storia d'amore del 1812 ritrovata nella memoria e altri versi, illustrazioni di Mimmo Paladino, Castiglioni & Corubolo, Verona, 1987
Compassioni e disperazioni. Tutte le poesie 1946-1986, Einaudi, Torino, 1987,
Disegnare poesia (con Carlo Cattaneo), San Marco dei Giustiniani, Genova, 1991,
Scavi e segnali. Poesie inedite 1986-1992, Alberto Tallone, Alpignano, 1992
Andezeno, Alberto Tallone Editore, Alpignano, 1994
La distanza. Poesie 1946-1996, Edizione riveduta e aggiornata dall'Autore, BUR, Milano, 1996,
Preghiera degli inclusi, Alberto Tallone Editore, Alpignano, senza data
Francobollo, Alberto Tallone Editore, Alpignano, 1997
(sotto lo pseudonimo Mehmet Gayuk), Il gineceo, Alberto Tallone, Alpignano, febbraio 1998; Adelphi, Milano, 1998
In memoriam di Emanuela Muratori, Alberto Tallone, Alpignano, 2001
Messia, Tallone, Alpignano, 2002; Adelphi, Milano, 2017, [nella prima parte del libro]
Tre ballate recuperate dalle carte di Lugano: 1965, Alberto Tallone, Alpignano, 2003
Tre ballate popolari per il Teatro dei Sensibili, Alberto Tallone, Alpignano, 2005;
Pensieri di calma a bordo di un aereo che sta precipitando, Alberto Tallone, Alpignano, 2007;
A Roma davanti al Tulliano - Notte del 3 dicembre 63 a. C., Alberto Tallone, Alpignano, 2007;
Con l'armata dell'Ebro morire oggi (25 luglio 1938), Alberto Tallone, Alpignano, 2008;
Invocazione al Dottor Buddha perché venga e ci salvi, Alberto Tallone, Alpignano, 2008;
Le ballate dell'angelo ferito, Il Notes magico, Padova, 2009,
Poemi del Gineceo, Adelphi, Milano, 2012, [riedizione de Il gineceo del 1998 con inediti e nuova prefazione]
Sono fragile sparo poesia, Einaudi, Torino, 2012.




Cesare Zavattini

  Quiero enseñarles a los pobres un juego muy hermoso. Suban la escalera con paso de forasteros (esta vez regresen a casa más tarde de lo ac...